Comunicador y Director de La Revista Chocolate
Nagua, R.D. – En Cabrera, una madre llega de
madrugada con su niño enfermo; en El Factor, un anciano espera al especialista
que nunca aparece; en Nagua, los pacientes hacen fila frente a un hospital que
luce nuevo por fuera, pero vacío por dentro. Mientras tanto, se anuncian
inversiones millonarias que no siempre llegan al pueblo en servicios reales.
Nuestros representantes anuncian con orgullo “más de ocho mil millones en obras” para la provincia. Ellos cortan la cinta, reciben los aplausos y aparecen en la prensa. Pero quien paga la factura es la gente común, la que se topa con salas bien pintadas y equipos modernos que no tienen quien los opere.