Por Rafael Enrique Correa
Comunicador y director de La Revista Chocolate
Al caer la tarde en
Playa Los Minos, la brisa del Atlántico no solo refrescó la costa: trajo
consigo un aire de expectativa. Autoridades, empresarios y líderes comunitarios
coincidieron en un mismo clamor: que la provincia María Trinidad Sánchez tenga
un espacio especial en FITUR 2027, la feria internacional de turismo que cada
enero convierte a Madrid en el epicentro de la industria global.
¿Qué es FITUR y por qué importa?
FITUR no es una feria
cualquiera. Es el escenario donde se definen las tendencias del turismo
mundial, se promocionan destinos y se cierran acuerdos millonarios. En su
última edición, reunió a más de 250 mil visitantes de 150 países, entre
profesionales, inversionistas y medios especializados. Allí se decide qué
rincones del planeta entran en la vitrina internacional.
Para una provincia como la nuestra, figurar con protagonismo significa colocar a Río San Juan y Cabrera frente a los ojos de quienes buscan nuevos lugares de lujo, autenticidad y desarrollo sostenible.
La oportunidad de mostrar quiénes somos
Río San Juan y Cabrera
ya no son secretos escondidos. Villas exclusivas, campos de golf de clase mundial,
playas intactas y una cultura vibrante lo demuestran. Pero FITUR sería más que
promocionar mar y arena: sería la ocasión de mostrar que aquí también hay
identidad, tradición y comunidad viva.
Nuestra riqueza cultural
no se limita a lo natural. Está en el Carnavarengue, ese
carnaval único donde la música tropical y el merengue popular se mezclan con
disfraces pintorescos que cuentan la historia de un pueblo alegre y resiliente.
Está en la mesa que ofrece pescado fresco al carbón, yaniqueques crujientes,
dulces criollos y el jalao de coco que endulza generaciones. Está en los
talleres artesanales donde las manos locales convierten conchas, fibras y
madera en piezas que viajan como recuerdos al mundo.
Los beneficios de
proyectarnos en FITUR son claros:
· Inversión extranjera
directa, para dinamizar la
economía.
· Generación de empleos en construcción, hostelería, transporte y servicios.
· Promoción cultural de nuestras fiestas, pesca, artesanía y gastronomía.
· Desarrollo territorial, siempre que se planifique con orden y visión de futuro.
El empresario cabrereño
Fermín Acosta lo resumió en Playa Los Minos con una frase sencilla pero
poderosa: “Esta es una oportunidad histórica que no podemos dejar escapar”.
Los riesgos de no estar preparados
La historia turística de
muchos destinos enseña que el crecimiento rápido también trae sombras:
· Impactos ambientales, con presión sobre playas, manglares y ecosistemas.
· Tensiones sociales, por el encarecimiento de la vida y la pérdida de
identidad cultural.
· Turismo de enclave, donde la riqueza se concentra en pocas manos.
· Corrupción e
improvisación, que convierten
promesas en frustraciones.
La pregunta clave es
inevitable: ¿tenemos la capacidad institucional y comunitaria para absorber un
crecimiento turístico acelerado sin perder nuestra esencia?
Provincia o polos selectos
Aquí surge un debate
natural: ¿conviene presentarnos como provincia unida —con Nagua y El Factor
incluidos— o apostar por el posicionamiento exclusivo de Río San Juan y
Cabrera, que ya tienen un camino recorrido en turismo de lujo?
La primera opción es más
inclusiva, pero compleja de coordinar. La segunda es más compacta y atractiva
para la promoción, aunque corre el riesgo de dejar fuera a comunidades que
también merecen desarrollo. ¿Cuál es la ruta correcta? Quizás la respuesta esté
en combinar orgullo local con visión provincial.
Los actores que deben asumir el reto
Este no es un proyecto
de un comité improvisado ni de empresarios aislados. Para que sea exitoso y
sostenible, todos deben asumir su parte:
· El Gobierno central, encabezado por la Presidencia y el Ministerio de
Turismo.
· Medio Ambiente, garante de que no se sacrifique la riqueza natural.
· Los ayuntamientos
locales, con planes de
ordenamiento territorial.
· La Cámara de Comercio y
Producción, como articuladora
empresarial.
· La Asociación de Hoteles
y Restaurantes de MTS, con visión
competitiva.
· ADOMPRETUR, que puede narrar al mundo nuestra verdadera esencia.
· Universidades, INFOTEP e
ITLA, formando jóvenes en
hospitalidad, idiomas y tecnología.
· La comunidad organizada: pescadores que siguen lanzando sus redes al amanecer,
mujeres emprendedoras que sostienen la economía familiar, jóvenes que buscan
capacitarse, artistas que mantienen viva la identidad, y campesinos guardianes
del verdor que nos distingue.
Un llamado a la responsabilidad compartida
Felicito la iniciativa
de los hombres y mujeres que han comenzado a dar estos pasos mirando hacia
FITUR 2027. Su empeño abre un camino de esperanza que todos queremos ver
convertido en logros concretos. Pero más importante que la foto en Madrid es la
preparación aquí, en casa.
El futuro no puede
depender de la improvisación. Debe construirse con unidad, visión y compromiso
real de todos los sectores.
Desde los acantilados de
Río San Juan, las colinas de Cabrera, las montañas verdes de El Factor y el
desarrollo pujante de Nagua se alza un mismo mensaje: el futuro está al
alcance. Todo dependerá de la madurez con que lo abracemos.
Porque FITUR 2027 no
debe encontrarnos divididos ni desorganizados. Debe encontrarnos listos,
orgullosos y capaces de mostrarle al mundo quiénes somos: un pueblo de mar,
cultura y tradición que no se conforma con ser espectador, sino que quiere ser
protagonista de su propio destino.

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