lunes, 15 de diciembre de 2025

Hacienda Santa Rosa y la nueva forma de vivir la Navidad en la Costa Norte

 


Por Rafael Enrique Correa
Comunicador y Director de la Revista Chocolate
www.larevistachocolate.com

Fuimos en familia, sin prisa, sin grandes expectativas. Y quizá por eso la experiencia nos atravesó de verdad.

En la Hacienda Santa Rosa, en La Cantera de Río San Juan —ese punto donde la geografía deja de ser línea y se convierte en encuentro entre provincias, comunidades y culturas— la Navidad no se presentó como espectáculo, sino como vivencia. Una de esas que no se explican con afiches ni con publicaciones apresuradas: se sienten caminando despacio, respirando hondo, mirando alrededor.

La primera sensación fue el espacio. Campo abierto. Naturaleza viva. Luces que no compiten con las estrellas. Familias caminando sin empujarse, niños corriendo sin peligro, adultos conversando sin ruido. Había orden, sí, pero sobre todo había armonía. Nada parecía improvisado, pero tampoco rígido. Todo fluía.

El programa del fin de semana se fue desplegando como se despliegan las cosas bien pensadas: sin ansiedad. El encendido del gran árbol navideño marcó un inicio simbólico. Luego el mercadillo, las presentaciones artísticas, el ballet folclórico dominicano, la música en vivo. Cada momento encontraba su espacio, su tiempo y su público.


Y entonces ocurrió uno de esos silencios raros.
De esos que no se imponen, sino que se ganan.

La voz de la soprano dominicana Nathalie Peña-Comas emergió en medio del campo como si el lugar hubiera estado esperando por ella. No fue una presentación más. Fue un regalo. Su trayectoria internacional —escenarios de Europa, premios, reconocimientos— quedó suspendida por un instante para servir a algo más íntimo: un público diverso, familias completas, personas que quizá nunca habían escuchado una soprano en vivo… y que esa noche entendieron por qué la música también puede ser sagrada.

A su lado, el acompañamiento instrumental —un bandoneón, grande, profundo, envolvente— ejecutado por el maestro Martínez, desde México, aportó una textura sonora poco común en estos escenarios. No era ruido. Era conversación. Era diálogo entre culturas, entre disciplinas, entre países, ocurriendo sin estridencia, bajo las estrellas.

La gastronomía acompañaba sin robar protagonismo. Carnes a la brasa, hamburguesas bien hechas, sándwiches, ponche, chocolate caliente. Comida honesta. De esa que reconforta y completa la experiencia sin convertirla en feria.

Un detalle no menor: los propietarios de la hacienda estaban allí. Presentes. Caminando. Observando. Atentos. Eso se siente. Porque cuando quienes sueñan un espacio también lo habitan, el visitante lo percibe, aunque no sepa explicarlo.



Hacienda Santa Rosa no es un decorado. Es una finca viva, con vocación agrícola, recorridos a caballo, experiencias farm to table, eventos culturales y una clara intención de conectar a las personas con el campo, con lo local, con lo auténtico. Lo que se vivió ese fin de semana no fue un accidente; fue coherencia.

Y aquí es donde uno se detiene y se hace la pregunta inevitable:

¿Qué es lo que está pasando en la Costa Norte?

Porque esto no es un hecho aislado. Es parte de algo más grande. Una región que empieza a mirarse distinto, a ofrecer experiencias con identidad, con raíz, con propósito. Espacios que no imitan modelos ajenos, sino que construyen el suyo desde lo dominicano, lo natural y lo humano.

El llamado

Este tipo de experiencias no sobreviven solas.
No se sostienen únicamente con aplausos ni con fotos bonitas.

Se sostienen cuando la comunidad las reconoce, las protege y las respalda.

Hacienda Santa Rosa está demostrando que es posible crear espacios donde la cultura, la familia, la naturaleza y la identidad dominicana convivan con dignidad y visión. Pero para que esto crezca —para que se multiplique— hace falta algo más que buena voluntad: hace falta presencia, hace falta participación, hace falta apoyo consciente.

A los lectores de esta costa norte, a las familias, a los jóvenes, a los emprendedores, a las instituciones locales: vayan. Caminen estos espacios. Lleven a sus hijos. Compartan la experiencia. Hablen de ella. Hagan suyo lo que vale la pena.

Y a quienes buscan algo distinto, algo auténtico, algo que no se compra en catálogos ni se replica en cadenas: este es el momento.

Este próximo fin de semana, con la cabalgata “Under the Stars”, la invitación vuelve a estar sobre la mesa. No como un evento más, sino como una oportunidad de ser parte de un movimiento silencioso pero firme que está redefiniendo lo que significa vivir, celebrar y encontrarse en la Costa Norte.

Porque cuando una comunidad decide apoyar lo bueno,
lo bueno deja de ser excepción y comienza a convertirse en cultura.

Y eso —eso sí— es algo que vale la pena defender.



📌 Información del próximo evento

Under the Stars – Cabalgata Navideña
📍 Hacienda Santa Rosa – La Cantera
🗓 Sábado 20 de diciembre
🕔 Hora: 5:00 PM

Una experiencia al aire libre que incluye desfile temático, aperitivo navideño y estaciones fotográficas, en un entorno natural bajo las estrellas.

🎟 Costo de inscripción:
• RD$3,600 por persona
• RD$6,000 por pareja
⚠️ Cupos limitados

📞 Reservas e información:
829-259-4901

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Comunicador con 22 años de experiencia y director de La Revista Chocolate.
Miembro del SNTP, ADOMPRETUR e IFJ.
Escritor de Semblanzas & Biógrafo Personal.
Ghostwriter especializado en historias humanas.

Si deseas una semblanza para boda, aniversario o despedida; una biografía familiar o empresarial; o un reportaje sobre tu negocio o proyecto, puedes escribirme al 809-584-1220 (solo mensajes).

Historias con alma. Textos que permanecen.

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