Amigos,
quiero que hablemos claro de algo que está pasando frente a nuestros ojos en
Nagua y en toda la provincia María Trinidad Sánchez: la construcción está
viviendo un momento histórico. No se trata solo de levantar casas, sino de un
movimiento completo que toca block, varillas, cemento, puertas y ventanas. Es
toda la cadena. Y si uno se detiene a mirar con calma, se da cuenta de que aquí
hay un cambio profundo que nos afecta a todos: empresarios, ingenieros,
arquitectos, corredores de bienes raíces, inversionistas y hasta las familias
que sueñan con tener una vivienda digna.
Lo
que dicen los números
La Oficina Nacional de Estadística proyecta que para 2030 la población de nuestra provincia se mantendrá estable, incluso con una ligera baja: de unos 140,300 habitantes en 2025 a 138,700 en 2030. Entonces, ¿Cómo explicamos tantas construcciones?
La
respuesta es sencilla: no estamos creciendo en cantidad de personas, estamos
cambiando en la forma de vivir. Hoy tenemos hogares más pequeños, jóvenes que
buscan independencia, familias que regresan del extranjero y personas que
quieren su segunda residencia cerca del mar.
A
eso súmale las remesas. Solo en los primeros seis meses de 2025 entraron al
país US$5,985 millones, un aumento
de 7.3% frente al año anterior. Ese dinero no se queda guardado: se invierte en
solares, ampliaciones y nuevos proyectos. Nuestra diáspora nagüera en Estados
Unidos está apostando por su tierra.
Y
los materiales están listos para responder. En 2023 la industria dominicana
produjo 6.5 millones de toneladas de
cemento, un 55% más que en 2012, y en el primer semestre de 2025 las
exportaciones crecieron un 121%. El músculo productivo está preparado. Claro,
no todo es color de rosa: los costos siguen subiendo. El índice de costos de la
vivienda cerró 2024 en 227.68 puntos, un 3.3% más que el año anterior, sobre
todo por mano de obra y agregados.
¿Por
qué Nagua está construyendo tanto?
Hay
al menos cinco razones que lo explican:
1. Remesas
y diáspora: el
dinero de los que están fuera llega directo a solares y casas.
2. Conectividad: con la Autopista Juan Pablo II, Nagua
está mucho más cerca de Santo Domingo y del Cibao.
3. Turismo
de cercanía: cada
vez más gente compra aquí su escape de fin de semana.
4. Materiales
disponibles: las
ferreterías locales están a toda máquina.
5. Seguridad
percibida: Nagua se
está viendo como un lugar tranquilo y con potencial de plusvalía.
El
pulso del sector
No
podemos perder de vista un dato del Banco Central: en la primera mitad de 2025
la construcción cayó un -2.3% interanual, pero en julio rebotó con fuerza
(+3.8%) gracias a mayores ventas de cemento y varilla. Eso nos dice que el
ciclo está vivo.
Lo
que estamos viendo en nuestras calles lo confirma: proyectos en planos,
urbanizaciones cerradas, torres con ascensor y solares que suben de precio cada
mes.
Mirando
al 2030
Si
seguimos como vamos, hay tres escenarios posibles:
·
Escenario base: no crecemos en población, pero sí en
metros cuadrados construidos. Los hogares más pequeños y las segundas
residencias empujarán la demanda.
·
Escenario acelerado: si bajan las tasas y las remesas siguen
firmes, veremos más proyectos verticales de 4 a 8 niveles.
·
Escenario conservador: si los costos se mantienen altos, el
autoconstrucción por etapas será la reina, y eso moverá sobre todo materiales.
El
gran reto de Nagua
Construir
sin planificación es una trampa. Nagua está en una franja costera baja y
vulnerable a inundaciones. Si no exigimos normas de drenaje y resiliencia, lo
que hoy parece oportunidad se convertirá mañana en problemas. Cada proyecto
debería ser visto no solo como negocio, sino como un aporte a la ciudad que
queremos dejarle a nuestros hijos.
¿Y
qué hacemos con todo esto?
Mira,
después de revisar todos estos datos, la pregunta es: ¿cómo sacamos ventaja de
este boom?
·
Como empresarios, tenemos frente a nosotros un mercado de
materiales, servicios y empleo que se multiplica con cada peso invertido.
·
Como inversionistas, es el momento de identificar bien los
proyectos serios, con visión a futuro y seguridad estructural.
·
Como ciudad, es la oportunidad de sentarnos juntos —sector
privado y autoridades— para garantizar que este desarrollo sea ordenado y
sostenible.
Amigos,
el crecimiento está aquí, no es un rumor. La construcción en Nagua no es moda,
es una realidad que está transformando nuestra provincia. Y quienes entiendan
esto a tiempo serán los que tendrán la mejor posición para aprovechar lo que
viene de aquí al 2030.
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Hola hermano Choco, siempre leo tus interesantes artículos. Sólo agregar que la provincia MTS tiene un alto déficit acumulado de viviendas y que aunque la provincia ha crecido muy poco en los periodos intercensales, la migración de familias rurales al casco urbano ha sido exponencial. Por lo que el boom inmobiliario, ojalá sea también para primera viviendas y de bajo costo, para satisfacer ese segmento más vulnerable.
ResponderEliminarIncreible artículo, Nagua vive un crecimiento exponencial, gracias por expresarlo Rafael.
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