jueves, 11 de diciembre de 2025

Matancitas Despierta: La Limpieza de Hoy No Cubre la Falla de Gestión

 La gestión de Justo García Hernández enfrenta su prueba más grande: pasar de recoger basura a gestionar un sistema que funcione.



Por: Rafael Enrique Correa

Comunicador y Director de La Revista Chocolate
www.larevistachocolate.com

Hoy Villa Progreso amaneció limpio. La basura fue retirada y la comunidad pudo, por fin, respirar sin ese peso visual y emocional que provoca el abandono. Eso se reconoce. Pero también hay que decir lo que es evidente: la limpieza de hoy no garantiza la limpieza de mañana.

Porque el problema en Matancitas no es el operativo; es el modelo.
Y ese modelo, dirigido por el director distrital Justo García Hernández, simplemente no está funcionando.

Un distrito demasiado grande para tan pocos recursos

San José de Matanzas comienza en el Puente de Nagua y termina en La Lometa, abarcando una extensión territorial que, en distancia lineal, supera incluso al casco urbano de Nagua.
Mantener limpio un territorio así no puede depender de:

·       un solo camión compactador,

·       un camión abierto,

·       menos de diez hombres,

·       y trabajadores que ganan apenas RD$8,000 pesos al mes.

No hay forma humana de que ese equipo pueda cumplir con la responsabilidad que la Ley les asigna.

Matancitas no está sucia por desinterés de ese personal; está sucia porque el modelo está mal diseñado.

La ley es clara… y se está violando

Tres leyes fundamentales están siendo ignoradas en este distrito:

·       Ley 225-20: prohíbe la quema de basura en cualquier circunstancia.

·       Ley 64-00: obliga a prevenir contaminación del aire, del suelo y del agua.

·       Ley 176-07: establece que la limpieza y el manejo de desechos es responsabilidad directa del gobierno local.

·       Norma NA-12: prohíbe la quema a cielo abierto de residuos sólidos.

Cuando en Villa Progreso se respira humo tóxico, cuando no hay rutas establecidas, cuando la basura se acumula por semanas, la ley se está violando, aunque nadie la esté quemando con sus propias manos. Porque permitirlo es igual de grave.

Modelos que sí funcionan… en pueblos más pequeños y más pobres

Lo que pasa en Matancitas no es inevitable. Otros pueblos del Caribe y Latinoamérica, con menos recursos, han logrado transformaciones reales:

1. Microestaciones de acopio – El Salvador y Costa Rica

Pequeñas casetas donde la población deposita fundas cerradas.
El camión solo pasa por esos puntos.
Se reduce el recorrido y se ordena el desecho.

2. “La funda oficial” – Colombia y Panamá

La municipalidad entrega fundas resistentes.
Todo lo que no está en funda no se recoge.
En pocas semanas cambia la cultura.

3. Contenedores aliados – Ecuador

Colmados, panaderías y negocios colocan contenedores.
El camión pasa únicamente por esos lugares.
La comunidad actúa, el municipio optimiza.

4. Día Verde Comunitario – Costa Rica

Una vez al mes, la misma comunidad lleva sus residuos a un punto central.
Se crea cultura y se reduce la basura en las calles.

Ninguno de estos modelos es caro.
Lo que requieren no es dinero: es voluntad y planificación.

La responsabilidad también es del ciudadano

Aquí hay una verdad que no podemos ignorar:
ningún modelo funciona si la comunidad tira basura en cualquier parte.

No podemos pedir limpieza si sacamos desechos a cualquier hora, si dejamos fundas abiertas en las esquinas, si quemamos plástico en los patios.

La comunidad debe aportar:

·       Usar funda cerrada.

·       No tirar basura en solares.

·       Respetar horarios.

·       Denunciar quemas ilegales.

La limpieza es un trabajo compartido.

Valorar a quienes hacen lo imposible con tan poco

Los hombres que se montan en esos camiones no son culpables de nada.
Son víctimas de un sistema sin recursos.

Son ellos los que se levantan a las 5:00 a.m., los que cargan fundas bajo el sol, los que recogen lo que otros tiran.
Darles una botella de agua, un reconocimiento, un apoyo… eso también es ciudadanía.

No podemos pedir excelencia si la dignidad del trabajador no está garantizada.

Llamado al sector privado

Matancitas tiene colmados, comercios, ganaderos, arroceros, pequeños empresarios.
Es hora de que se acerquen al ayuntamiento y pregunten:

“¿Qué podemos aportar?”
“¿Dónde podemos colocar un contenedor?”
“¿Cómo podemos ayudar a organizar nuestro propio entorno?”

Ningún pueblo progresa sin el apoyo de su propio tejido económico.

Y un llamado directo al alcalde Justo García Hernández

Usted llegó al cargo respaldado por la gente.
Esa popularidad no es un adorno: es una responsabilidad.

Si los fondos no alcanzan, gestione apoyo.
Si el modelo no funciona, cámbielo.
Si la estructura es insuficiente, amplíela.
Si la comunidad necesita educación, organícela.

Dirigir no es justificar: es resolver.

Matancitas no puede seguir atrapada entre la basura, el humo y la resignación. No nació para eso. Fue diseñada para ser un modelo, no un símbolo de abandono.

Limpiaron hoy.
Bien.

Ahora toca lo difícil:
que mañana siga limpio.

Porque cuando un pueblo despierta,
ni la basura ni la indiferencia pueden volver a dormirlo.

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Comunicador con 22 años de experiencia y director de La Revista Chocolate.
Miembro del SNTP, ADOMPRETUR e IFJ.

Si deseas puedes escribirme al 809-584-1220 (solo mensajes).




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