Turismo con raíces: Lo que significan los nuevos hoteles Súper 8 para Cabrera y Río San Juan
Por Rafael Enrique Correa Comunicador y Director de La Revista Chocolate
Nadie conoce esta costa como quienes la viven. Cabrera y
Río San Juan son dos joyas que guardan en su brisa la historia de un pueblo que
ha aprendido a sobrevivir entre el mar, la montaña y los sueños. Por eso,
cuando se anunció la construcción de dos nuevos hoteles Super 8 by Wyndham,
la pregunta no fue si el progreso había llegado, sino qué tipo de progreso
queremos.
Los protagonistas del
proyecto
Detrás de esta inversión está el Grupo De Valle (GDV),
presidido por Edward De Valle II, un empresario con una visión
clara: Conectar cada provincia con el turismo moderno. Su meta es tener un
hotel a treinta minutos de cada ciudad del país y sumar más de 4,500
habitaciones antes del 2030 bajo distintas marcas de la cadena
internacional Wyndham.
La constructora Proconstur, encabezada por el
ingeniero Henry Veloz, es la encargada de materializar estos proyectos,
reconocida por su precisión y cumplimiento técnico.
El arquitecto Jean Romero es quien da forma al diseño: limpio, moderno,
sostenible y adaptado a la identidad tropical del norte dominicano.
Los dos proyectos —uno en Río San Juan y otro en Cabrera—.
El primero iniciará en enero de 2026 y el segundo en marzo del mismo
año. Cada hotel tendrá más de 70 habitaciones, salones de eventos,
restaurante tipo buffet, gimnasio, piscinas y una plaza comercial que permitirá
el movimiento constante de visitantes y emprendedores locales.
El plan país detrás del
anuncio
Grupo De Valle no se limita a nuestra provincia. Está
ejecutando un plan nacional que abarca varias localidades: Cotuí, La
Vega, Cabrera y Río San Juan son parte de una red que busca llevar la
hospitalidad dominicana más allá de los polos tradicionales como Punta Cana o
Santo Domingo.
La idea es clara: Democratizar el turismo, abrir las puertas a un
visitante distinto, aquel que viaja por carretera, que prefiere experiencias
reales, que quiere sentir el país desde el corazón de sus pueblos.
Ese es el tipo de turismo que beneficia a la gente,
al colmado, al pescador, al guía comunitario, al productor de cacao, al joven
que aprendió inglés. Y es precisamente ese el desafío: Que el desarrollo no quede dentro de los
muros del hotel, sino que se desborde hacia la comunidad.
El visitante que llega y
la plataforma que encuentra
El nuevo turista que tocará Cabrera y Río San Juan no
será solo el extranjero de paso. Vendrán familias dominicanas,
profesionales, grupos de trabajo, nómadas digitales, mochileros y parejas que
buscan descanso y autenticidad.
Encontrarán hoteles confortables, con tecnología eficiente, servicio
moderno y el encanto del Caribe rural que aún resiste en nuestra costa.
Pero el verdadero valor no está en el edificio: Está en
lo que encontrará afuera.
Si el visitante sale del hotel y se topa con calles limpias, servicios
organizados, señalética turística, experiencias comunitarias, sentirá que
llegó a un lugar que se respeta a sí mismo.
Eso requiere una plataforma pública y privada bien coordinada: Ayuntamientos
activos, cámaras de comercio comprometida, escuelas técnicas formando personal
hotelero, empresarios locales ofertando productos dominicanos de calidad.
El turismo que viene a quedarse no es el del “todo
incluido”; es el del todo conectado.
Y esa conexión solo la podemos garantizar nosotros, los que amamos esta tierra.
Línea roja: El medio
ambiente no se negocia
Aquí está el punto más delicado, la línea que no se puede
cruzar.
El medio ambiente no puede ser el precio del progreso.
Debemos exigir que los proyectos cumplan con sus permisos
ambientales, que instalen plantas de tratamiento reales, no simbólicas;
que el manejo de residuos sea transparente; que se respete la vegetación, los
manglares, los ríos y la costa.
Porque de nada sirve un hotel hermoso si el mar pierde su color o el pueblo su
agua.
Tampoco podemos permitir un desarrollo que sature las redes eléctricas o que
convierta las noches tranquilas en un caos de ruidos y luces.
El turismo que destruye no es desarrollo: Es hipoteca ambiental.
El compromiso debe ser compartido:
De las autoridades, hacer cumplir la ley.
De las empresas, operar con responsabilidad.
De los ciudadanos, vigilar, denunciar y proponer.
Lo que significa para
nosotros
Si se cumplen las promesas, ganaremos más que hoteles: Ganarán
empleo digno, movimiento económico y visibilidad internacional.
Nuestras pequeñas empresas podrán crecer, la juventud podrá formarse, los
productores locales podrán vender a cadenas hoteleras, y los visitantes podrán
conocer la identidad viva de María Trinidad Sánchez.
Pero el reto es grande. No se trata de decir “sí” a todo.
Se trata de decir “sí, pero bien hecho”. Porque el progreso real no es solo levantar paredes; es levantar
oportunidades sin destruir lo que somos.
Un llamado desde la
orilla
Desde La Revista Chocolate, y como ciudadano que ama esta
tierra, no escribo para recordar.
Recordar que los grandes proyectos pueden ser aliados del desarrollo si se
hacen con conciencia.
Recordar que nuestras playas, nuestros ríos y montañas no son simples
escenarios: Son nuestro legado.
Y recordar que el verdadero turismo no es el que viene a consumir, sino el que
viene a conocer, respetar y compartir.
Hoy, Cabrera y Río San Juan tienen una oportunidad única:
Ser el modelo de un turismo dominicano más justo, más humano y más
sostenible.
Si lo hacemos bien, esta provincia no solo brillará en los mapas, sino en la
historia.
Porque el progreso sin raíces se pierde con el tiempo,
pero el progreso que nace del amor a la tierra, ese sí permanece.
Comunicador con 21 años de experiencia. Director de La Revista Chocolate. Especialista en temas sociales, económicos, culturales y políticos del noreste de la República Dominicana. Miembro del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP) y de la Asociación Dominicana de Prensa Turística (ADOMPRETUR). Miembro certificado de la International Federation of Journalists (IFJ). Reconocido como una de las voces más activas en la promoción del turismo y el desarrollo comunitario de María Trinidad Sánchez y la Costa Norte, donde combina una comunicación rigurosa y comprometida con una narrativa cultural que conecta comunidad, diáspora e identidad dominicana.
Fuentes consultadas
Grupo De Valle (2025).
Grupo De Valle and Proconstur team up to develop four pioneering Super 8 by Wyndham hotels located in Río San Juan, Cabrera, Cotuí and La Vega.
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