¨Crónica de una promesa que el mar se llevó... y aún no devuelve¨
Director de: La Revista Chocolate
Cierre Editorial 25/6/2025
Nagua, una ciudad
atrapada entre el mar y el olvido, ha vivido dos décadas de promesas rotas. Su
historia es la de un pueblo que mira el horizonte esperando un malecón que
nunca llega, mientras los gobiernos pasan como oleajes, dejando tras de sí
presupuestos fantasmales y obras inconclusas. En este relato, los presidentes
son jugadores en una partida de ajedrez, las inversiones son villanos
invisibles que devoran fondos públicos, y el pueblo de Nagua, el verdadero
protagonista, lucha contra el tiempo, el desgano y la indiferencia. La pregunta
es inevitable: ¿Quién será el héroe que finalmente hará justicia?
Los primeros vientos (1996-2000) La historia comienza en los años de Leonel Fernández, un presidente
visionario que en su primer mandato apenas dejó esbozada la idea de un malecón
para Nagua. Aunque no se ejecutó ninguna obra concreta, el proyecto apareció
tímidamente en algunas proyecciones gubernamentales y promesas de desarrollo
turístico para la región norte. Era la primera vez que se hablaba oficialmente
del malecón como posibilidad.
El silencio del PRD (2000-2004) En el período 2000–2004, el PRD estaba en la cumbre del poder, y Nagua
—apodada desde hace décadas como “la novia del PRD”— finalmente fue conquistada
por su partido en el gobierno. Era el momento perfecto para saldar viejas
deudas con el municipio, pero el malecón de Nagua siguió siendo solo una
promesa flotando en el aire. Durante la presidencia de Hipólito Mejía, la obra
no fue ni ejecutada ni priorizada. Años más tarde, en una visita realizada en
2019, el expresidente regresó a Nagua, y al ver el deterioro de la costa
reaccionó con su tono campechano: sorprendido, como si aquello no fuera un
asunto que alguna vez pasó por su escritorio presidencial. Para los nagüeros,
esa escena fue tan simbólica como dolorosa: una mezcla de burla involuntaria y
desmemoria institucional.
La promesa se infla (2004-2012) Cuando Leonel Fernández regresó al poder en 2004, las olas trajeron
consigo algo más que brisa salada: estudios, planos, y la esperanza de un
pueblo que veía en su costa la oportunidad de convertirse en un destino
turístico de primer nivel. Pero el tiempo pasaba y, como arena entre los dedos,
las promesas se desvanecían. Para el final de su segunda gestión en 2012, el
proyecto ya tenía tres modificaciones contractuales y un presupuesto inflado
que rondaba los 1,650 millones de pesos. Y aun así, el malecón era solo un
espejismo.
Los años de la espera (2012-2020) Con la llegada de Danilo Medina, el pueblo de Nagua volvió a ilusionarse.
Su estilo de gobernar, basado en la cercanía con la gente, hacía creer que esta
vez sí se daría el golpe final para que el malecón viera la luz. Se habló de
una marina, de espacios recreativos, de un proyecto que transformaría la ciudad
en un punto turístico esencial en la costa norte. Pero los años pasaron. Ocho
largos años, en los que el malecón quedó en el limbo. No se conoce con certeza
cuánto dinero fue destinado en este período, pero lo cierto es que, al final de
su gobierno en 2020, el pueblo de Nagua seguía sin su malecón.
El resurgir de la esperanza (2020-2024) Entonces, en 2020, llegó un nuevo jugador al tablero: Luis Abinader. Con
la fuerza de un cambio político y el compromiso de un gobierno decidido a
completar obras, en junio de 2021 anunció el relanzamiento del proyecto con una
inversión de 2,700 millones de pesos. El plan era ambicioso: un helipuerto,
soluciones viales, áreas de esparcimiento. Todo parecía indicar que esta vez,
al fin, el pueblo de Nagua vería su sueño cumplido. Se habló de 3.5 kilómetros
de construcción, de un sistema de geo tubos para frenar el embate del mar, de
un malecón capaz de resistir lo que antes destruyó. Y aunque las maquinarias se
activaron y los planos cobraron vida, el malecón aún no está terminado.
La gran interrogante La ciudad de Nagua sigue atrapada en una ironía que duele: su principal activo turístico es un sueño inalcanzable. Pero en los últimos meses, el paisaje ha comenzado a cambiar. Las grúas trabajan, los muros se levantan, los tubos costeros se alinean. Según el Ministerio de Obras Públicas, la obra ya alcanza más del 65 % de ejecución. Se habla de un anfiteatro, una ciclovía, áreas de juegos, espacios deportivos, una marina para pescadores, un helipuerto.
También se ha revelado que parte del retraso actual se debe a conflictos legales por expropiaciones en aproximadamente el 20 % del área intervenida, lo que ha dificultado la continuidad fluida del proyecto. Y, sin embargo, la crítica ya no viene solo del pueblo: el propio Ministro de Obras Públicas Eduardo Estrella, reconoció públicamente que el avance del malecón ha sido lento. Instó a las autoridades y contratistas a “acelerar el paso” para que Nagua no siga siendo rehén de la burocracia ni de la falta de voluntad ejecutiva. Su declaración, breve pero contundente, fue un llamado de atención desde adentro.
A esto se suma la preocupación del alcalde Junior Peralta, quien ha manifestado que el diseño actual corre el riesgo de convertirse en una simple circunvalación que bordea la ciudad, sin integrarla. Según sus palabras, “el malecón debe ser una arteria viva de Nagua, no una barrera”. El planteo es claro: no basta con construir, hay que conectar. Y esa conexión —entre el mar, el pueblo, el gobierno y la comunidad— todavía está pendiente.
La pregunta sigue en pie, intacta, desafiante, como una ola detenida en el tiempo: ¿Quién se casará con la gloria?
Este escrito lo dedico a mi
padre, en su memoria.
Gracias
por darme el criterio, el valor y el compromiso de ver las cosas como son. Por
enseñarme a no dejarme viciar por los intereses ajenos, por el ruido del
entorno o la comodidad del silencio. Gracias por hacerme entender que el
verdadero comunicador no se arrodilla ante el poder, sino que se levanta con la
verdad.
Este
trabajo lo dedico a ti, por enseñarme a ser un veedor, un protector de lo justo, un observador incómodo para
quienes prefieren el engaño. Hoy, con respeto y con firmeza, afirmo que aunque
se trabaje, aunque se anuncie, aunque se inaugure simbólicamente una y otra
vez... Nagua sigue sin
malecón.
Bibliografía
Artículos de prensa y medios digitales
·
Diario
Libre. (2020). Obras Públicas responsabiliza al pasado gobierno del proceso
de contratación para malecón de Nagua.
·
El
Caribe. (2017). Danilo quita OISOE la construcción del malecón de Nagua y
la entrega a Obras Públicas.
·
El
Jaya. (2022). El proyecto de construcción del malecón de Nagua.
·
El
Jaya. (2024). Presidente Abinader supervisa avances del malecón de Nagua,
promete concluir obra en 2025.
·
El
Naguero. (2025). Obras Públicas revela retrasos por expropiaciones en el
malecón de Nagua.
·
El
Nuevo Diario. (2021). Gobierno invertirá 2,700 millones de pesos para
construcción del malecón de Nagua.
·
Listín
Diario. (2008). Fernández promete malecón, acueducto y carretera Nagua.
·
Acento.
(2022). Malecón y nuevos proyectos colocan a Nagua en el centro del
desarrollo turístico del nordeste.
·
Noticias
Villariva. (2019). Hipólito Mejía dice malecón de Nagua será realidad en su
gobierno.
Publicaciones
oficiales
· Ministerio de
Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC). (2022). Deligne Ascención dice que malecón de Nagua cambiará la
fisonomía del municipio. Recuperado
de: www.mopc.gob.do
· Presidencia de
la República Dominicana. (2022). Presidente
Abinader da inicio a la construcción del malecón y barrera de protección de
Nagua. Recuperado
de: www.presidencia.gob.do
Videos
·
YouTube. (2024). Proyecto
Malecón de Nagua. Recuperado de: https://www.youtube.com/watch?v=6V9VKxcBEAI
· YouTube.
(2024). Proyecto Malecón de
Nagua, Provincia María Trinidad Sánchez. Recuperado de: https://www.youtube.com/watch?v=9Yj7fUddk8Q
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