sábado, 19 de julio de 2025

EL MALECON PERDIDO: LA ODISEA DE NAGUA

¨Crónica de una promesa que el mar se llevó... y aún no devuelve¨

Por: Rafael Enrique Correa 
Director de: La Revista Chocolate 
Cierre Editorial 25/6/2025

Nagua, una ciudad atrapada entre el mar y el olvido, ha vivido dos décadas de promesas rotas. Su historia es la de un pueblo que mira el horizonte esperando un malecón que nunca llega, mientras los gobiernos pasan como oleajes, dejando tras de sí presupuestos fantasmales y obras inconclusas. En este relato, los presidentes son jugadores en una partida de ajedrez, las inversiones son villanos invisibles que devoran fondos públicos, y el pueblo de Nagua, el verdadero protagonista, lucha contra el tiempo, el desgano y la indiferencia. La pregunta es inevitable: ¿Quién será el héroe que finalmente hará justicia?

Este documento no pretende ser una novela, ni una crítica destructiva. Es un archivo de hechos, una bitácora ciudadana escrita desde el dolor, la esperanza y la responsabilidad. Aquí no hay más intención que la de levantar la voz, esa que muchas veces queda ahogada entre los discursos oficiales, los titulares momentáneos y las promesas recicladas. Esta es la historia de un pueblo que nunca perdió su fe, pero que aún espera lo prometido. Un pueblo que merece más que un aplauso en campaña: merece justicia.

La historia del malecón de Nagua no es solo la historia de una obra inconclusa. Es el espejo donde se refleja una cultura política que ha aprendido a sobrevivir en la ambigüedad. En este escrito, cada línea es un intento por nombrar lo innombrado, por devolverle al pueblo su derecho a saber, a exigir y a entender por qué, después de tantos años, seguimos sin malecón.

Los primeros vientos (1996-2000) La historia comienza en los años de Leonel Fernández, un presidente visionario que en su primer mandato apenas dejó esbozada la idea de un malecón para Nagua. Aunque no se ejecutó ninguna obra concreta, el proyecto apareció tímidamente en algunas proyecciones gubernamentales y promesas de desarrollo turístico para la región norte. Era la primera vez que se hablaba oficialmente del malecón como posibilidad.

El silencio del PRD (2000-2004) En el período 2000–2004, el PRD estaba en la cumbre del poder, y Nagua —apodada desde hace décadas como “la novia del PRD”— finalmente fue conquistada por su partido en el gobierno. Era el momento perfecto para saldar viejas deudas con el municipio, pero el malecón de Nagua siguió siendo solo una promesa flotando en el aire. Durante la presidencia de Hipólito Mejía, la obra no fue ni ejecutada ni priorizada. Años más tarde, en una visita realizada en 2019, el expresidente regresó a Nagua, y al ver el deterioro de la costa reaccionó con su tono campechano: sorprendido, como si aquello no fuera un asunto que alguna vez pasó por su escritorio presidencial. Para los nagüeros, esa escena fue tan simbólica como dolorosa: una mezcla de burla involuntaria y desmemoria institucional.

La promesa se infla (2004-2012) Cuando Leonel Fernández regresó al poder en 2004, las olas trajeron consigo algo más que brisa salada: estudios, planos, y la esperanza de un pueblo que veía en su costa la oportunidad de convertirse en un destino turístico de primer nivel. Pero el tiempo pasaba y, como arena entre los dedos, las promesas se desvanecían. Para el final de su segunda gestión en 2012, el proyecto ya tenía tres modificaciones contractuales y un presupuesto inflado que rondaba los 1,650 millones de pesos. Y aun así, el malecón era solo un espejismo.

Los años de la espera (2012-2020) Con la llegada de Danilo Medina, el pueblo de Nagua volvió a ilusionarse. Su estilo de gobernar, basado en la cercanía con la gente, hacía creer que esta vez sí se daría el golpe final para que el malecón viera la luz. Se habló de una marina, de espacios recreativos, de un proyecto que transformaría la ciudad en un punto turístico esencial en la costa norte. Pero los años pasaron. Ocho largos años, en los que el malecón quedó en el limbo. No se conoce con certeza cuánto dinero fue destinado en este período, pero lo cierto es que, al final de su gobierno en 2020, el pueblo de Nagua seguía sin su malecón.

El resurgir de la esperanza (2020-2024) Entonces, en 2020, llegó un nuevo jugador al tablero: Luis Abinader. Con la fuerza de un cambio político y el compromiso de un gobierno decidido a completar obras, en junio de 2021 anunció el relanzamiento del proyecto con una inversión de 2,700 millones de pesos. El plan era ambicioso: un helipuerto, soluciones viales, áreas de esparcimiento. Todo parecía indicar que esta vez, al fin, el pueblo de Nagua vería su sueño cumplido. Se habló de 3.5 kilómetros de construcción, de un sistema de geo tubos para frenar el embate del mar, de un malecón capaz de resistir lo que antes destruyó. Y aunque las maquinarias se activaron y los planos cobraron vida, el malecón aún no está terminado.

Los números no mienten Las cifras, como los espejos, no mienten, pero a veces reflejan verdades incómodas. Desde que se colocó la primera piedra —una piedra que ha sido levantada y vuelta a colocar más de una vez—, el malecón de Nagua ha absorbido más de 4,000 millones de pesos del erario público. Cuatro mil millones que, en teoría, debieron transformarse en muros de contención, áreas verdes, senderos costeros y desarrollo turístico. Pero que, en la práctica, se han diluido como sal en el agua.

El mar de las promesas no ha cesado de agitarse, y los nagüeros, como náufragos de la esperanza, siguen aferrados a la orilla.

Y entonces aparece un dato que cala hondo. Según el último censo, 81,424 habitantes conforman el municipio de Nagua. Si la inversión prometida se repartiera entre todos por igual, cada ciudadano sería el portador simbólico de RD$49,130.

¿Dónde está esa inversión? ¿En qué rincón de la burocracia se escondió el dinero de los hijos de este pueblo? ¿En qué oficina, en qué carpeta, en qué firma perdida entre contratos y licitaciones se desdibujó la costa de Nagua?

El malecón que no existe se ha convertido en un símbolo, no solo de abandono, sino de lo que pudo ser y no fue. Y en esa matemática de lo ausente, cada nagüero carga con una parte de la deuda, no solo en pesos, sino en años de espera.

La gran interrogante La ciudad de Nagua sigue atrapada en una ironía que duele: su principal activo turístico es un sueño inalcanzable. Pero en los últimos meses, el paisaje ha comenzado a cambiar. Las grúas trabajan, los muros se levantan, los tubos costeros se alinean. Según el Ministerio de Obras Públicas, la obra ya alcanza más del 65 % de ejecución. Se habla de un anfiteatro, una ciclovía, áreas de juegos, espacios deportivos, una marina para pescadores, un helipuerto.

 También se ha revelado que parte del retraso actual se debe a conflictos legales por expropiaciones en aproximadamente el 20 % del área intervenida, lo que ha dificultado la continuidad fluida del proyecto. Y, sin embargo, la crítica ya no viene solo del pueblo: el propio Ministro de Obras Públicas Eduardo Estrella, reconoció públicamente que el avance del malecón ha sido lento. Instó a las autoridades y contratistas a “acelerar el paso” para que Nagua no siga siendo rehén de la burocracia ni de la falta de voluntad ejecutiva. Su declaración, breve pero contundente, fue un llamado de atención desde adentro.

 A esto se suma la preocupación del alcalde Junior Peralta, quien ha manifestado que el diseño actual corre el riesgo de convertirse en una simple circunvalación que bordea la ciudad, sin integrarla. Según sus palabras, “el malecón debe ser una arteria viva de Nagua, no una barrera”. El planteo es claro: no basta con construir, hay que conectar. Y esa conexión —entre el mar, el pueblo, el gobierno y la comunidad— todavía está pendiente.

 La pregunta sigue en pie, intacta, desafiante, como una ola detenida en el tiempo: ¿Quién se casará con la gloria?

Este escrito lo dedico a mi padre, en su memoria.

Gracias por darme el criterio, el valor y el compromiso de ver las cosas como son. Por enseñarme a no dejarme viciar por los intereses ajenos, por el ruido del entorno o la comodidad del silencio. Gracias por hacerme entender que el verdadero comunicador no se arrodilla ante el poder, sino que se levanta con la verdad.

Este trabajo lo dedico a ti, por enseñarme a ser un veedor, un protector de lo justo, un observador incómodo para quienes prefieren el engaño. Hoy, con respeto y con firmeza, afirmo que aunque se trabaje, aunque se anuncie, aunque se inaugure simbólicamente una y otra vez... Nagua sigue sin malecón.


Bibliografía

Artículos de prensa y medios digitales

·       Diario Libre. (2020). Obras Públicas responsabiliza al pasado gobierno del proceso de contratación para malecón de Nagua.

·       El Caribe. (2017). Danilo quita OISOE la construcción del malecón de Nagua y la entrega a Obras Públicas.

·       El Jaya. (2022). El proyecto de construcción del malecón de Nagua.

·       El Jaya. (2024). Presidente Abinader supervisa avances del malecón de Nagua, promete concluir obra en 2025.

·       El Naguero. (2025). Obras Públicas revela retrasos por expropiaciones en el malecón de Nagua.

·       El Nuevo Diario. (2021). Gobierno invertirá 2,700 millones de pesos para construcción del malecón de Nagua.

·       Listín Diario. (2008). Fernández promete malecón, acueducto y carretera Nagua.

·       Acento. (2022). Malecón y nuevos proyectos colocan a Nagua en el centro del desarrollo turístico del nordeste.

·       Noticias Villariva. (2019). Hipólito Mejía dice malecón de Nagua será realidad en su gobierno.

Publicaciones oficiales

·       Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC). (2022). Deligne Ascención dice que malecón de Nagua cambiará la fisonomía del municipio. Recuperado de: www.mopc.gob.do

·       Presidencia de la República Dominicana. (2022). Presidente Abinader da inicio a la construcción del malecón y barrera de protección de Nagua. Recuperado de: www.presidencia.gob.do

Videos

·       YouTube. (2024). Proyecto Malecón de Nagua. Recuperado de: https://www.youtube.com/watch?v=6V9VKxcBEAI

·       YouTube. (2024). Proyecto Malecón de Nagua, Provincia María Trinidad Sánchez. Recuperado de: https://www.youtube.com/watch?v=9Yj7fUddk8Q


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Comunicador con 21 años de experiencia
Director de La Revista Chocolate 
Especialista en temas sociales, económicos, culturales y turísticos del noreste de la República Dominicana. Miembro del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP) y de la Asociación Dominicana de Prensa Turística (ADOMPRETUR). Miembro certificado de la International Federation of Journalists (IFJ).


 


 

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