lunes, 14 de julio de 2025

Nagua va rumbo a ser una ciudad moderna, ¿y su gente?


 

Por: Rafael Enrique Correa
Director de Revista Chocolate

Vivimos en tiempos en que todos exigimos ciudades modernas, limpias, organizadas, con aceras transitables, calles libres de basura y espacios públicos dignos. Pero, ¿cuánto de eso depende únicamente del ayuntamiento? ¿Y cuánto depende de nosotros?

Como pueblo, muchas veces nos acostumbramos a reclamar sin actuar. Exigimos limpieza, pero no barrimos nuestro frente. Señalamos al gobierno municipal, pero dejamos crecer la maleza en nuestros solares. Nos quejamos del desorden, pero tiramos basura por la ventana. La verdad es que una ciudad no se transforma desde arriba, sino desde adentro: desde cada casa, cada negocio, cada solar.

Es cierto que todavía se ve a algunas personas temprano en la mañana limpiando su frente. No podemos generalizar, porque hay una minoría que lo hace con responsabilidad, pero la gran mayoría actúa diferente. Tiran la basura al frente de sus casas o negocios y se justifican diciendo: “para eso pago mis impuestos”. Lo más irónico es que muchos de esos ciudadanos ni siquiera pagan impuestos municipales, y desconocen que los tributos estatales o el impuesto sobre la renta, no cubren el servicio de aseo urbano que ofrecen los ayuntamientos. No es que no quieran colaborar, es que no tienen el conocimiento ni el hábito cívico de hacerlo.

Y aquí viene la pregunta: ¿será que eliminaron la materia de Moral y Cívica en las escuelas? Muchos crecimos con esa asignatura que nos enseñaba respeto por las señales de tránsito, por los espacios públicos, por las flores, por la limpieza y por el prójimo. Hoy en día, esa formación ha sido descuidada por años. Afortunadamente, el Ministerio de Educación ha anunciado que la asignatura de Educación Ciudadana y Moral será reintroducida oficialmente en el año escolar 2025-2026, con contenidos sobre ética, civismo, medioambiente y responsabilidad social.

Pero no necesitamos esperar a que vuelva la clase para hacer lo correcto. ¿Eres dueño de un local comercial, una casa, un solar vacío? Entonces ese frente, esa cuneta, esa acera... también son tu responsabilidad. Mantenerlos limpios no es solo un acto de conciencia: es una obligación legal.

La Ley 120-99 sobre manejo de residuos sólidos, la Ley 675 sobre urbanización y ornato público, y las ordenanzas municipales establecen con claridad que los propietarios deben mantener limpios los frentes, contenes y aceras. Si no lo hacen, el ayuntamiento puede intervenir, limpiar el área y luego cobrarte el costo. En algunos municipios incluso se aplica una hipoteca judicial si la deuda no se paga.

La limpieza es justicia. Es cultura. Es respeto. ¿Cómo podemos predicar que somos profesionales, que amamos nuestro país, si ni siquiera podemos barrer el frente de nuestra casa o negocio?

No podemos aspirar a una ciudad moderna si quienes vivimos en ella no queremos modernizarnos como ciudadanos. Modernizarse no es solo usar tecnología o construir edificios bonitos. Es también asumir pequeñas responsabilidades que producen grandes transformaciones. Porque cuando cada quien cuida lo suyo, todos vivimos mejor.

Así que hagámoslo simple: mañana mismo, antes de exigir, tomemos la escoba, limpiemos nuestro frente y volvamos a ser ejemplo de civismo. La ciudad que queremos comienza con el ciudadano que decidimos ser.

¿Y ahora, qué podemos hacer?

Si de verdad queremos una ciudad moderna, empecemos con acciones simples.

1.     Limpia tu frente, todos los días
Barre tu acera, recoge la basura frente a tu casa o negocio, y asegúrate de que la cuneta esté libre de maleza.

2.     Habla con tu vecino
Invítalo a hacer lo mismo. No critiques: motívalo. Una cuadra cambia más rápido cuando dos o tres comienzan juntos.

3.     Enseña a los tuyos
Si tienes hijos, sobrinos o nietos, enséñales con el ejemplo. El civismo no se predica, se practica.

4.     No esperes al ayuntamiento
Si puedes recoger un papel, hazlo. Si puedes sembrar una flor, siémbrala. Si puedes pintar una pared, pinta. No pidas permiso para embellecer lo tuyo.

5.     Reporta con respeto
Si ves un vertedero improvisado o alguien que daña el entorno, repórtalo con educación al cabildo o a tu junta de vecinos. Participa, no te cruces de brazos.

No necesitas ser regidor ni alcalde para transformar tu entorno. Solo necesitas comenzar. Porque al final, la ciudad moderna que soñamos empieza con el ciudadano que decidimos ser.

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Rafael Enrique Correa
Comunicador con 21 años de experiencia
Director de La Revista Chocolate 
Especialista en temas sociales, económicos, culturales y turísticos del noreste de la República Dominicana. Miembro del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP) y de la Asociación Dominicana de Prensa Turística (ADOMPRETUR). Miembro certificado de la International Federation of Journalists (IFJ).


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