![]() |
Foto fuente externa |
Comunicador y veedor ciudadano
Y lo más frustrante
no es que esté ocurriendo. Lo más frustrante es que lo estamos dejando pasar.
¿Dónde está pasando?
¿Desde cuándo?
Aunque el
Caribe lleva años batallando con esta plaga, en María Trinidad Sánchez el
golpe ha sido más duro en este 2025. Este julio ha sido uno de los meses
más críticos. Y según expertos en oceanografía, las corrientes seguirán empujando
sargazo a nuestras costas hasta septiembre. Esto no es un fenómeno pasajero. Es
una nueva realidad.
¿Quién lo dice?
Y lo más
esperanzador es que ella no se ha quedado en la denuncia. Su equipo ha
llevado a comunidades talleres para transformar el sargazo en algo útil:
abono agrícola, bioplásticos, papel, materia prima. Sí. Lo que hoy es basura,
mañana puede ser trabajo, ingreso, y orgullo local.
¿Qué están haciendo las
autoridades?
Es
justo reconocer que el Ministerio de
Turismo ha tomado acciones visibles frente a la llegada del sargazo en
María Trinidad Sánchez. En las últimas semanas, brigadas de limpieza han sido enviadas a varias playas, y
se han realizado operativos para mantener
en condiciones óptimas los espacios más concurridos por visitantes.
Sin
embargo, la realidad en el terreno nos muestra que estos esfuerzos, aunque valiosos, resultan insuficientes ante la
magnitud y frecuencia del fenómeno. El sargazo no avisa, ni llega una
sola vez. Llega en oleadas, casi a diario, y eso hace que muchas de estas
limpiezas, aunque bien intencionadas, pierdan
efectividad rápidamente.
A
día de hoy, no contamos con un plan
provincial permanente ni con protocolos preventivos claros. Tampoco se
han desplegado, de manera sistemática, estrategias
de capacitación comunitaria que permitan a los comerciantes,
pescadores y jóvenes locales ser parte activa de la solución.
Como
medio comprometido con el desarrollo local, reconocemos el esfuerzo y aplaudimos toda intención de respuesta,
pero también creemos que este desafío
necesita una visión más integral y sostenible. El sargazo no es solo
un problema de limpieza: es un fenómeno ecológico, económico y social que
requiere educación, innovación, inversión comunitaria y articulación
multisectorial.
¿Qué esperamos de las
autoridades?
Como
comunidad que vive del turismo, confiamos
en que las autoridades competentes, especialmente el Ministerio de Turismo,
continúen fortaleciendo su rol como aliados de las zonas costeras.
Esperamos
que, en conjunto con los gobiernos locales y la sociedad civil, se implementen
acciones como:
·
Limpiezas programadas y sostenibles en las playas más afectadas.
·
Instalación de barreras marinas para prevenir la llegada del sargazo a la
costa.
·
Apoyo a pequeñas plantas comunitarias que procesen el sargazo y generen valor
local.
·
Campañas informativas claras y
responsables para
los visitantes nacionales e internacionales.
·
Alianzas con científicas como Yasmín
Evangelista, para
que el conocimiento y la innovación lleguen directamente a las manos de la
comunidad.
Este
tipo de iniciativas consolidan la imagen
de un destino comprometido con el medio ambiente y con su gente.
Porque
proteger el turismo es más que atraer
visitantes: Es cuidar lo que somos. Y cuidar a nuestra gente es el
mejor camino para construir un futuro turístico sostenible.
¿Y qué podemos hacer nosotros?
Aquí van
algunas propuestas que podríamos activar desde ya:
- Capacitar
a los jóvenes, pescadores y comerciantes sobre usos del sargazo: compostaje,
recolección, transformación artesanal.
- Crear una
red provincial de respuesta al sargazo, donde participen las juntas
distritales, empresarios turísticos, universidades y medios.
- Instalar
pequeños centros de acopio en zonas afectadas para recolectar y tratar el alga
antes de que se pudra en la playa.
- Incluir el
tema en los liceos técnicos e instituciones como el ITLA, INFOTEP, UAPA y
UASD con
talleres aplicados al entorno marino.
- Promover
una marca local: productos hechos con sargazo por manos de Cabrera,
Nagua y Río San Juan. Porque
de aquí también puede salir innovación.
Pero todavía
hay tiempo. El mar puede volver a traernos esperanza. Solo hay que remar
juntos, con visión, con ciencia y con comunidad.
Y el momento de actuar es ahora. Llamamos a nuestro senador, a nuestros diputados, a los alcaldes de la provincia, a la Cámara de Comercio y Producción de María Trinidad Sánchez, a la Asociación de Hoteles y Restaurantes,
y también a los líderes del sector inmobiliario, porque lo que está en juego no es solo el presente de nuestras playas, sino el futuro de toda la economía costera y del desarrollo territorial.
Las inversiones inmobiliarias están en auge en nuestra provincia. Pero sin playas limpias, sin paisajes preservados y sin un entorno sano, el valor de todo eso también se erosiona.
Que este desafío no nos divida, sino que nos convoque. Porque solo juntos —autoridades, empresarios, inversionistas y pueblo— podremos convertir esta amenaza en oportunidad.
¿Quién da el primer paso?
Quizás tú. Quizás yo.
Pero que lo demos ya. Porque el mar no espera.
__________________________________________
No hay comentarios:
Publicar un comentario
En la Revista Chocolate valoramos cada palabra y cada opinión.
Muy pronto nos pondremos en contacto contigo si es necesario.
📬 Mientras tanto, te invitamos a seguirnos en Instagram [@revistachocolate] y a descubrir más historias que merecen ser contadas.